En una reciente visita al campus de Princeton University, encontré esta perla, lo cual me hizo pensar acerca del valor de la interdisciplinariedad como elemento indispensable para fomentar la creatividad, y en última instancia, la disrupción. Esta capacidad de combinar y recombinar ideas contrapuestas o temáticas divergentes, creo que es, por defecto, una de las mayores carencias de una gran mayoría de business schools.